El periodismo basura
El año pasado, aquí, en Argentina, los paparazzi encontraron a una actrizuela bastante popular, casada y embarazada, a los arrumacos con su amante, economista y ex-funcionario del gobierno. Los programas televisivos de chimentos, de la tarde, se ocuparon del caso durante semanas, sostenida y exhaustivamente, hasta que ocurrió lo que era muy probable pasara, la chica perdió el embarazo. Entonces, inmediatamente los canales dejaron de prestar atención a la noticia, a la supuesta noticia. Nunca se dijo debido a qué la mujer perdió a su bebé, quizás si no hubiera ocurrido el incidente, la pérdida se hubiera provocado igual; la cuestión es que nunca se volvió sobre el tema; se echó un manto de olvido, o de “piedad”, como quien dice. En las últimas décadas se han televisado desde peleas, hasta desmayos y accidentes y pre-infartos, de gente que luego se ha sabido, ha muerto detrás de las cámaras. Falta muy poco para que se televise un asesinato; en Argentina, ya hemos podido ver un suicidi