'Kiling' y el género de fotonovela


La fotonovela fue un género de enorme popularidad durante los años 60 y 70, que tuvo en 'Kiling' a uno de sus personajes más famosos.


Es posible que el género de la fotonovela haya comenzado en Italia, en los años 40, luego se haya expandido por toda Europa, llegando finalmente a América, pero es en Italia, Argentina y México donde tuvo mayor auge y popularidad, particularmente durante los años 60 al 80.
La fotonovela consiste en el recurso de narrar historias en formato de historieta, pero con fotografías en lugar de ilustraciones, algo que ha llevado a considerar que la fotonovela “se halla a mitad de camino entre la historieta y el cine”.
Sin embargo se desprende muy rápido que la fotonovela está muy lejos del cine, aun cuando se trata de fotografía en los dos casos, y aún, respecto de la historieta, jamás logró la plasticidad de esta.

 

Fotonovela e historieta

 

En la historieta de tipo realista, el diseño de escenografías y paisajes detallados, la gestualidad y expresividad de los personajes, y la iluminación, alcanzaron tan alto grado de calidad, como nunca ni siquiera fue intentado en la fotonovela; la pobreza de producción en cuanto a locaciones, escenografía y vestuario, la iluminación plana, así como la poca expresividad de los actores (aun cuando se dice que en Italia actrices como Gina Lollobrigida y Sofía Loren incursionaron en este género) fueron condiciones comunes del mismo.
En Italia, México y Argentina, al menos, las telenovelas más populares llegaron a tener su versión en fotonovela, aunque hubo personajes clásicos de este género, que no tuvieron otro origen que el mismo; los casos de Kiling, Araña Negra, o Yorga, el Hombre Largarto, son algunos.


Kiling


Se trata de una fotonovela creada en 1966, en Italia, y realizada por Rosario Borrelli, que llegó a publicar 62 números.
Kiling era un justiciero muy violento, que iba disfrazado con un traje negro con un esqueleto estampado al frente, que era lo único que se veía en la oscuridad. La revista tenía “un muy alto grado de contenido erótico”, para la época (que en realidad, no pasaba de unos pocos desnudos femeninos en cada número), lo que le trajo fuertes problemas de censura, tanto en Italia como en todos los demás países, donde tuvo un enorme éxito.
Tal es así que cuando Kiling de Italia cerró, hubo continuaciones en diferentes países, al menos en Argentina y Colombia fue así. En Estados Unidos se lo conoció como Sadistik.
Las historias eran bastante inverosímiles y no había demasiado argumento que justificara absolutamente nada. Kiling se diferenciaba de los superhéroes convencionales por no tener demasiado sentido de la justicia, ser muy violento, con carga erótica y no tener una “doble personalidad” cívica, tal como Batman o Superman. Simplemente, Kiling aparecía siempre disfrazado, no se explicaba nada acerca de alguna otra posible forma de vida.


Araña Negra


Editorial Record era la principal editora de fotonovelas de Argentina. Publicó entre otras – entre las que se encuentran Kiling – las historias de esta heroína, interpretada, se dice, por Linda Peretz, que luego obtendría bastante reconocimiento en el país, como actriz de TV y teatro, como “actriz seria”, aunque ella jamás reconoció haber realizado este trabajo.
Araña Negra actúa para vengar a su difunto marido y para hacer justicia en general. Tiene además, a diferencia de Kiling, una identidad secreta bien definida, y se enfrenta con villanos que no desentonarían en historias de vigilantes urbanos.

 

Carlos Cerrilla, el principal guionista de fotonovelas en Argentina

 

Para la misma época surge la editorial Padec, como principal competidora de Record, que toma a Carlos Cerrilla como a su único guionista, en calidad de “estrella”, quien publicara un centenar de historias en todos los géneros.
Carlos Cerrilla se inició escribiendo guiones en radio y televisión, antes de dedicarse a escribir guiones para este género. Hasta entonces la producción nacional solo se había dedicado a los argumentos románticos; es entonces que Cerrilla inaugura el policial y la aventura, de origen genuinamente nacional, inspirándose particularmente en el estilo de la Kiling italiana.
Entre otras revistas de la editorial hubo una llamada Aeropuerto, en la que incursionaron reconocidas figuras de la TV, como Carlos Barnes o María del Carmen Valenzuela. Es posible que a diferencia de Record, Padec haya tenido una mayor inversión en producción.
Esta revista llegó a tener una tirada realmente importante, exportándose a países limítrofes y de Centroamérica.
Cerrilla publicó un centenar de historias en esta editorial, en todos los géneros, aventuras, terror, policial, romance, alcanzando un éxito inesperado en los años 60 y 70.

 

Curiosidades

 

Hubo también una versión argentina en fotonovela de la serie televisiva americana Kung-Fu, que tenía a David Carradine como protagonista. Seguramente esta producción fuera ilegal, no habiendo pagado los derechos correspondientes ni obteniendo ningún tipo de permiso, y sin embargo se vendía en los puestos de ventas corrientes, publicándose en revista no pocos números.

 

La fotonovela, un género perdido

 

Se trata de un producto que tuvo su momento de gloria, en el apogeo también de las revistas de historietas, de tiradas nacionales y objetivamente dirigidas a los sectores más populares, en una época donde la lectura era un hábito común en todos los estratos sociales.

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