El Eternauta, pilar de la ciencia-ficción en Argentina

La obra de Oesterheld y Solano López es una referencia obligada, al momento de adentrarse en los orígenes de la ciencia-ficción en este país.


Aparecido por primera vez su episodio inicial, el 3 de septiembre de 1957, en la revista Hora Cero Semanal, esta novela gráfica de Héctor Germán Oesterheld (guión) y Francisco Solano López (dibujos) representa un ícono y una obra capital del género de ciencia-ficción en Argentina.

 

La trama

 

La novela se inicia con el mismísimo autor Oesterheld, sentado a su escritorio de trabajo, una noche de 1957, cuando de pronto se materializa ante su vista la figura de un hombre, de extraño atavío, que le dice ser el Eternauta, alguien que puede viajar a través de la eternidad.
El curioso personaje viene a advertirle acerca de lo que ocurrirá en el futuro, a todo el planeta, para lo que necesita narrarle su historia. Al final de la novela, el lector se entera que el comienzo de la catástrofe se presentará esa misma noche, para el autor, luego que el Eternauta acabara su relato.
Todo comenzaría entonces con una extraña nevada, que caería sobre Buenos Aires, que pronto los protagonistas descubrirán que es mortal, al solo contacto con ella.
Después del episodio, los personajes se darían cuenta que el fenómeno es parte de una inevitable y feroz invasión de extraterrestres a nuestro planeta.
Por entonces, el Eternauta aún no se personifica así, sino que se trata de Juan Salvo, un ciudadano bonaerense, como cualquier otro. La novela, entonces, trata de todo el proceso que lleva a Juan Salvo a convertirse en el Eternauta.
Oesterheld declaró alguna vez que su primera intención había sido escribir la historia de un superhéroe, pero terminaría extendiéndose exageradamente en la explicación de los orígenes del mismo, de lo que devino la actual novela.

 

Características e influencias de la obra

 

Para el desarrollo de su historia, Oesterheld tomó los estándares y tópicos de la ciencia-ficción estadounidense, más que nada la que concierne a invasiones alienígenas; invasores monstruosos semejantes a insectos, naves extraterrestres de tamaño colosal, destrucción de ciudades y espacios geográficos reconocibles para el lector; son algunas de estas características.
El periodista Pablo Muñoz apunta que en la obra se vislumbran influencias de dos novelas de Robert Heinlein, Amo de Títeres, y Tropas del Espacio; pero resulta innegable que la mayor influencia parece provenir de La Guerra de los Mundos, de H. G. Wells.

 

Exégesis de la obra

 

Algunos críticos creen ver en la trama una alegoría de la realidad del grupo político armado Montoneros, de origen peronista, cuya ideología el autor abrazara.
Pero, en realidad, no existen elementos para sostener tal teoría. En la historia, los protagonistas van descubriendo gradualmente que los invasores son de diferentes especies, subordinadas las primeras sucesivamente a las siguientes, cada vez más sofisticadas. El desafío de Juan Salvo es saber cuál es la especie superior que está detrás de la catástrofe.
Individuos de las primeras especies, los “Manos”, extraterrestres humanoides y racionales, se refieren a sus superiores como a los “Ellos”, a quienes jamás se ve, y aludiendo de este modo el autor, por analogía, al principio psicoanalítico del “ego”. De este modo, se puede decir que El Eternauta trata más de una alegoría de la realidad psicológica general, antes que de una política en particular.

 

Secuelas y continuaciones

 

En 1976 se publica El Eternauta, por primera vez, en un solo tomo, en formato de novela gráfica.
Años antes, el dúo de artistas se propuso una segunda parte, El Eternauta II, de lo que resultó una especie de episodio aleatorio, sin lograr mantener la calidad del original, ni su unicidad.
Ya sin la presencia de Oesterheld (que fue desaparecido durante la última dictadura militar que asoló en Argentina, entre 1976 y 1983, a causa de su vinculación con Montoneros), Solano López continuó la saga, desde 1983, en cuatro continuaciones más, con el concurso de guionistas varios.

 

Los autores

 

H. G. Oesterheld nació el 23 de julio de 1919, en Buenos Aires. Entre sus obras destacadas como guionista de historietas se encuentran Sargento Kirk, Mort Cinder, y otras. Fue fundador de Editorial Frontera, dedicada a este género. Como se ha dicho, fue desaparecido por el terrorismo de Estado, y probablemente muerto en 1978.
F. Solano López nació en 1928, en Buenos Aires, y entre sus obras más celebres se encuentran Evaristo, Ministerio, El Instituto, y otras. Trabajó en grandes editoriales de comic, en Estados Unidos, y hasta 1997 continuaba con la serie de El Eternauta.

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