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Mostrando las entradas etiquetadas como Mary Paz Reyes Peña

La vida de Mary Paz en imágenes

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A este video recordatorio lo hizo Juan, el hermano de Mary Paz, y lo pongo acá porque no quiero que se pierda, y creo que a ustedes les va a agradar mucho ver. Es un repaso de su vida, en imágenes. ¡Mil gracias, Juan!

Condolencias (mil gracias a todos)

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Quiero poner aquí todos los mensajes de condolencias que ustedes han ido dejando en mi muro de Facebook, porque luego irán quedando allí cada vez más abajo, hasta un día, supongo, desaparecerán. Mil gracias a todos por sus palabras, las que me hacen tanto bien recibir. La verdad, nunca pensé iba a necesitar recibir tanta demostración de afecto de parte de ustedes. Ya saben que soy bastante huraño, pero también sincero. Igualmente agradecido quedo con todos quienes prefirieron dejar sus mensajes de manera privada, y en el muro de Mary Paz, en los de Oscar y Fabián, sus hijos; en los de Teresa, Rebeca y Juan, sus hermanos (de parte de todos ellos va también este agradecimiento), y disculpen en todos los casos que mi respuesta no haya sido individual. Todavía no hacen 48 horas de su partida, al momento de escribir esta nota. Voy a estar un tiempo más afuera de los muros, sin dejar comentarios al menos, apenas algún "me gusta" aquí o allá, porque me hace bien leerlos de tanto

Video presentación de libros de Mary Paz en Veracruz

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CRONICA DE UNA PRESENTACION ANUNCIADA Por Mary Paz Reyes Peña Jueves 8 de diciembre del 2011, Xalapa, Veracruz. Llegamos a esta hermosa ciudad a las tres de la tarde, con un clima bastante fresco por un frente frío. El hotel en el que nos hospedamos es bonito, muy tradicional y cómodo. La verdad yo estaba muerta de miedo por la presentación, así que si me hubieran hospedado en el presidio de San Juan de Ulúa, no hubiera notado nada raro. La ciudad es hermosa, con calles empedradas y estrechas, edificios de estilo colonial y casas con techo de tejas rojas. La gente es amable, sonriente, atenta, eso me hizo sentir en mi casa todo el tiempo; nunca extrañé mi habitual ambiente citadino. Desde la ventana de la habitación que nos dieron podíamos observar claramente una iglesia católica de colores vivos en amarillo y ocre. Cuando miré el atrio, pensé que eso era una recriminación a mis tendencias paganas y profanas, pero luego recordé que mi anfitrión es un verdadero pan de D